En el día internacional de la poesía ... les comparto uno viejo y especial:
Tempus Aliquid Non Est:
Encerrados en la estrecha cárcel de materialidad que nos hemos creado.
Subyugados a nuestro ingenio y saña,
habiendo entregado nuestra plenitud,
vamos todos condicionados por una simple idea.
Y me pregunto humanidad,
adonde vas tan extraviada?
has perdido la medida del milagro,
la pureza de contemplar la llama,
la simplicidad escondida en un botón que se abre,
toda la pasión de un beso?...
Y qué si sólo dura unos segundos la sonrisa de la persona amada,
acaso hay tiempo que mida cuánto dura una mirada de amor?
la candidez de un gesto, la duración de una caricia?
…estos son instantes de eternidad, aunque lo hallamos olvidado.
Aunque toda la humanidad valla en contra,
aunque sea el único que crea,
yo me aferro a la utopía de la intemporalidad
A lo mejor no es más que una respuesta a mi vaciedad,
no me importaría, la temporalidad también lo es.
Creo que quince días pueden ser años para dos que se aman,
Creo que el tiempo no son las horas, días o años vividos,
sino las experiencias, el amor, la vida misma vivida con sentido…
creo que no hay espacios que nos encierren,
ataduras que aprisionen nuestro amor,
lejanía capaz de mitigar este fuego.
El tiempo nuestra criatura llegará frío y voraz,
tratando de arrastrarnos en su torbellino devorador de ilusiones
opondremos nuestra fe, y los días juntos serán años,
los años lejos serán segundos,
al cerrar los ojos sentiré tus labios húmedos,
con un pensamiento tendrás mis manos en tus caderas y tu espalda.
Sentiremos latir los corazones bien fuerte y sabremos que la distancia ha acabado,
que esa prisión invisible y poderosa llamada tiempo habrá abierto sus puertas para siempre.
Volaremos entonces como dos espíritus libres,
lejos pero cercanos,
distantes pero al alcance de un recuerdo eternizador que nos anima,
vivos de pasión…
Y pasarán los días, meses, años, siglos, y nuestro amor perdurará
eternizado por su pureza y su calor
por la bendición de Dios y por nuestra fidelidad.
Libre al fin de nosotros mismos y de nuestra materialidad,
de nuestra absurda necesidad de exactitud,
de nuestro esfuerzo por dominarlo todo…
Y que exactitud y medida buscamos?
tras qué rastro externo nos perdimos,
cuando la única medida de nuestra eternidad,
lo más exacto que tenemos,
la imagen más clara en nuestro ser de la majestad de Dios,
no es el tiempo, sino el amor.
Deja Vú
My whole life is a Deja Vú...
miércoles, 21 de marzo de 2012
martes, 14 de febrero de 2012
On Valentine´s Day...
Este fue un post preparado desde el 6 de febrero, pero que hasta ahora no había hecho. De cualquier modo, me parece que la fecha lo amerita, aunque los sentimientos fueron los experimentados durante esa jornada y ciertamente, en parte, compartidos durante esta, espero les guste ;)
Ha pasado un mes de la Epifanía.
Fiesta de la manifestación,
del encuentro caluroso de Dios con el ser humano,
fiesta del abrazo de amor.
Una existencia tiene muchas epifanías,
y la que me ha tocado vivir este año
fue una muy especial,
encuentro inesperado, misterioso y cálido.
No te diré que en un mes
moriría si me dijeras que no,
que mi vida perdería el sentido,
o que todos mis amaneceres serían grises.
No te diré que mi mundo se vendría abajo,
que las estrellas caerían,
o que todas las canciones serán tristes en mi radio.
No mentiré, no podría, hemos vivido en la espontaneidad.
Sin embargo, tras un mes,
con el corazón en la mano,
y arriesgando quizás todo lo vivido,
escalo a la montaña de mis miedos y sueños
y como lira al viento canto mi poema:
Que me encantaría ser el aceite
que ilumine el brillo de tus ojos.
Y levantarme cada mañana y que mi visión sea tu rostro,
tan cernano que pueda sentir su aroma.
Que diera todos mis ahorros
por verte estrenar cada día tu sonrisa,
la sonrisa más linda y tierna
que estos pobres ojos han jamás visto.
Que me arriesgaría a construir
rinocerontes a tu lado,
y conversar por horas como hacemos,
y enmarcar ese dibujo de la primera noche juntos.
Ya se que mi corazón se entrega a rápidas fantasías,
que los temporales amenazan este amor,
que las circunstancias, que la gente, que la vida,
sin embargo me aferro a la utopía de la intemporalidad.
Y me arriesgo a soñar contigo,
a pesar de la improbabilidad del sentimiento.
Pues hay amores que aunque injustos,
valen la pena ser sufridos, y esperados y soñados...
jueves, 26 de enero de 2012
Sensación interesante
En estos días experimento una sensación de pasividad y estancamiento que me preocupa. En esta sociedad que corre tan rápido y en la que los cambios son tan comunes, el estancamiento en la misma posición puede ser considerado un retroceso. Es por eso que nos esforzamos todos por saber más, hacer más, adquiri nuevas destrezas, ... con el objetivo de escalar laboralmente, de cambiar ambientes o de colocarnos en un estatus social diferente.
En mi caso creo que laboralmente he ya superado la etapa en la que me encuentro. El momento de profesor de raligión ha terminado para mí. Poco a poco he ido desidentificándome del personaje al nivel de que ya me siento antagónico cumpliendo ese papel. Obvio es que la religión tradicional y yo tenemos nuestras reservas, pero además de eso, el papel de "cura" que todas las mañanas lee el evnagelio, hace una reflexión y posteriorimente va por los pasillos recibiendo y dando bendiciones ha quedado atrás para mí. También siento que mi tiempo en la franquicia Mathnasium ha llegado a su fin. He parendido mucho con ellos, pero me canso cuando las acciones directivas no las rige el sentido común y cuando se exige mucho y se da muy, muy poco.
Ya siento que no estoy avanzando, sino que me he quedado estancado en un punto del cual debo salir rápido si quiero seguir adelante. Creo que doy más de lo que ahora hago. Creo que tengo horizontes mayores que alcanzar y voy a por ellos. Esta sensación de pasividad y tranquilidad que ahora me inunda en estos aspectos de mi vida creo y experimento en cierto modo que va a cambiar. Veo en el horizonte la luz del nuevo amanecer... sólo debo tener la astucia para descubrirla y el valor para atraparla, nos vemos al final del arcoiris!
En mi caso creo que laboralmente he ya superado la etapa en la que me encuentro. El momento de profesor de raligión ha terminado para mí. Poco a poco he ido desidentificándome del personaje al nivel de que ya me siento antagónico cumpliendo ese papel. Obvio es que la religión tradicional y yo tenemos nuestras reservas, pero además de eso, el papel de "cura" que todas las mañanas lee el evnagelio, hace una reflexión y posteriorimente va por los pasillos recibiendo y dando bendiciones ha quedado atrás para mí. También siento que mi tiempo en la franquicia Mathnasium ha llegado a su fin. He parendido mucho con ellos, pero me canso cuando las acciones directivas no las rige el sentido común y cuando se exige mucho y se da muy, muy poco.
Ya siento que no estoy avanzando, sino que me he quedado estancado en un punto del cual debo salir rápido si quiero seguir adelante. Creo que doy más de lo que ahora hago. Creo que tengo horizontes mayores que alcanzar y voy a por ellos. Esta sensación de pasividad y tranquilidad que ahora me inunda en estos aspectos de mi vida creo y experimento en cierto modo que va a cambiar. Veo en el horizonte la luz del nuevo amanecer... sólo debo tener la astucia para descubrirla y el valor para atraparla, nos vemos al final del arcoiris!
sábado, 21 de enero de 2012
El ser humano y el concho
Ya alguna vez he hablado de mis experiencias en las calles de este país que poco a poco se ha ido metiendo en mis venas y al que día a día voy sintiendo más como mío. En las mañanas es cuando mejor se cogen los conchos, porque todos vamos "nuevecitos" al trabajo, nadie lleva stress, o calor, o cansancio..... si bien debo reconocer que ciertas emisoras que a veces escuho en estos únicos y típicos medios de transporte dominicanos me suben los ánimos, quizás más de lo que deseara para estas horas del día.
Resulta que es también en estos lugares donde he interactuado últimamente un poco más con el pueblo dominicano "de a pie" .... y me ha enriquecido mucho. Esta semana fui a tomar uno, sabiendo que me arriesgaba a meterme en un problema, pues sólo llevaba un billete de $500, sin embargo, la hora no me permitía ir al cajero más cercano.
Después de haber dejado ir dos conchos porque no tenían cambio, el tercero luego decirme que no tenía, piensa un instante y me pide que me monte. Yo pensé que a lo mejor más adelante en el trayecto podría encontrar el cambio necesario. Sin embargo llegamos a mi destino y yo super apenado sin saber qué hacer y el chofer con toda naturalidad me dice: "tranquilo, nunca pensé cobrarle". Le agradecí soprendido de mil maneras y me desmonté. De camino pensé mucho... Cuánta gente buena queda en la calle! Cuánto queda de esa sana hospitalidad y bondad del pueblo dominicano...
Preguntas controvertidas venían y siguen viniendo a mi mente:
Por qué los curas domincanos con que viví no me mostraron para nada esta Dominicana?
Hay preguntas para las que este ser no encontrará respuestas. Pero hay cosas que si puedo hacer mientras. Es sabido que confío en el ser humano con los ojos cerrados, ahora además voy cada vez mas fuertemente confiando en el hombre dominicano, que he aprendido a fuerza de acciones como esta, a amar y admirar. Creo en este pueblo, creo en sus luchas,... estoy listo para hacerme uno de ellos. Hasta me he propuesto bastante en serio la ciudadanía como opción libre y no sólo como medio para costear mejor mis estudios universitarios. Aunque soy un ciudadano del mundo por convicción así como profunda y totalmente cubano, me sentiría orgulloso de ser dominicano!
viernes, 13 de enero de 2012
Deja Vu
La vida a veces suele jugarnos de maneras complejas.... a veces tiene ese sabor de sarcasmo que me asusta. Por razones del destino, del azar caótico que nos anima, de la naturaleza, de Dios o de lo que sea experimento en estos días exactamente los mismos sentimientos que cuando publiqué el post anterior, ... pero con personajes diferentes, como la reposición de una obra de teatro sobre mi propia vida. Por duro, triste, o raro que pueda parecer no deja de tener su toque de gracia , de fino sarcasmo existencial. Gocemos pues al ritmo de la vida y prestémonos a su juego:
Este sentimiento ha llegado muy adentro,
lo siento porque estoy escribiendo poemas de nuevo,
porque es de madrugada,
y despierto, con música y vino tinto,
pienso solamente en ti.
Lo mas duro de todo es que lo nuestro
estaba predestinado a morir.
Tu eras juez y yo acusado,
verdugo y víctima fuimos para un maquiavélico final.
Hay barreras invisibles entre nuestros corazones.
Somos dos esclavos de nosotros mismos.
Tu, siervo de tus pensamientos,
yo, encadenado a mi historia,
qué raro entresijo de la vida nos ha juntado?
Y a veces aún sueño que ocurren milagros
y me imagino acariciando tus cabellos,
o esas orejitas: grandes, raras, lindas, que a lo mejor sólo a mi me gustan,
mientras siento tus dedos en mi espalda.
Pero tu distancia y frialdad me traen de regreso,
de regreso a la tierra inerte de donde provengo,
a mi casa pequeña, a mi rutina pobre,
y a esta soledad que se ha vuelto mi única compañera.
Te dí mucho, si, mucho y rápido,
mis sueños, mis prejuicios, mi espacio,
todo fue tuyo, todo fue puesto a tus pies.
Sin embargo no fue suficiente.
No pudo saciar tu sed mi pobre fuente.
Otras aguas añoras aún
mientras la mía se desborda en tu presencia,
y brota, brota, brota...
Me niego a pensar que todo haya termiando
aún guardo el cuaderno donde escribía todo lo nuestro,
donde guardé las entradas del teatro,
la factura de aquel restaurante,
la piedra que junto al mar recogimos,
o la foto en la arena a contraluz.
A pesar de eso quiero que halles alguien que vuelva tu sonrisa eterna,
que al fin sacie tu sed,
que cumpla tus sueños rotos.
Alguien que te de lo que yo no supe darte
o lo que no supiste encontrar en tú en mi.
Y asi, cuando a mi lado pases,
de la mano de otro amor,
yo veré tu sonrisa... y sonreiré,
lloraré.
Y volveré a mi música, mi tinto y mis poemas.
PS: este blog definitivamente no podría llamarse de otra forma
Este sentimiento ha llegado muy adentro,
lo siento porque estoy escribiendo poemas de nuevo,
porque es de madrugada,
y despierto, con música y vino tinto,
pienso solamente en ti.
Lo mas duro de todo es que lo nuestro
estaba predestinado a morir.
Tu eras juez y yo acusado,
verdugo y víctima fuimos para un maquiavélico final.
Hay barreras invisibles entre nuestros corazones.
Somos dos esclavos de nosotros mismos.
Tu, siervo de tus pensamientos,
yo, encadenado a mi historia,
qué raro entresijo de la vida nos ha juntado?
Y a veces aún sueño que ocurren milagros
y me imagino acariciando tus cabellos,
o esas orejitas: grandes, raras, lindas, que a lo mejor sólo a mi me gustan,
mientras siento tus dedos en mi espalda.
Pero tu distancia y frialdad me traen de regreso,
de regreso a la tierra inerte de donde provengo,
a mi casa pequeña, a mi rutina pobre,
y a esta soledad que se ha vuelto mi única compañera.
Te dí mucho, si, mucho y rápido,
mis sueños, mis prejuicios, mi espacio,
todo fue tuyo, todo fue puesto a tus pies.
Sin embargo no fue suficiente.
No pudo saciar tu sed mi pobre fuente.
Otras aguas añoras aún
mientras la mía se desborda en tu presencia,
y brota, brota, brota...
Me niego a pensar que todo haya termiando
aún guardo el cuaderno donde escribía todo lo nuestro,
donde guardé las entradas del teatro,
la factura de aquel restaurante,
la piedra que junto al mar recogimos,
o la foto en la arena a contraluz.
A pesar de eso quiero que halles alguien que vuelva tu sonrisa eterna,
que al fin sacie tu sed,
que cumpla tus sueños rotos.
Alguien que te de lo que yo no supe darte
o lo que no supiste encontrar en tú en mi.
Y asi, cuando a mi lado pases,
de la mano de otro amor,
yo veré tu sonrisa... y sonreiré,
lloraré.
Y volveré a mi música, mi tinto y mis poemas.
PS: este blog definitivamente no podría llamarse de otra forma
lunes, 2 de enero de 2012
Música, tinto y un cuaderno....
Este sentimiento ha llegado muy adentro,
lo siento porque estoy escribiendo poemas de nuevo,
porque es de madrugada,
y despierto, con música y vino tinto,
pienso solamente en ti.
Lo mas duro de todo es que lo nuestro
estaba predestinado a morir.
Tu eras juez y yo acusado,
verdugo y víctima fuimos para un maquiavélico final.
Hay barreras invisibles entre nuestros corazones.
Somos dos esclavos de nosotros mismos.
Tu, siervo de tus pensamientos,
yo, encadenado a mi historia,
qué raro entresijo de la vida nos ha juntado?
Y a veces aún sueño que ocurren milagros
y me imagino acariciando tus cabellos,
o esas orejitas: grandes, raras, lindas, que a lo mejor sólo a mi me gustan,
mientras siento tus dedos en mi espalda.
Pero tu distancia y frialdad me traen de regreso,
de regreso a la tierra inerte de donde provengo,
a mi casa pequeña, a mi rutina pobre,
y a esta soledad que se ha vuelto mi única compañera.
Te dí mucho, si, mucho y rápido,
mis sueños, mis prejuicios, mi espacio,
todo fue tuyo, todo fue puesto a tus pies.
Sin embargo no fue suficiente.
No pudo saciar tu sed mi pobre fuente.
Otras aguas añoras aún
mientras la mía se desborda en tu presencia,
y brota, brota, brota...
Me niego a pensar que todo haya termiando
aún guardo el cuaderno donde escribía todo lo nuestro,
donde guardé las entradas del teatro,
la factura de aquel restaurante,
la piedra que junto al mar recogimos,
o la foto en la arena a contraluz.
A pesar de eso quiero que halles alguien que vuelva tu sonrisa eterna,
que al fin sacie tu sed,
que cumpla tus sueños rotos.
Alguien que te de lo que yo no supe darte
o lo que no supiste encontrar en tú en mi.
Y asi, cuando a mi lado pases,
de la mano de otro amor,
yo veré tu sonrisa... y sonreiré,
lloraré.
Y volveré a mi música, mi tinto y mis poemas.
lo siento porque estoy escribiendo poemas de nuevo,
porque es de madrugada,
y despierto, con música y vino tinto,
pienso solamente en ti.
Lo mas duro de todo es que lo nuestro
estaba predestinado a morir.
Tu eras juez y yo acusado,
verdugo y víctima fuimos para un maquiavélico final.
Hay barreras invisibles entre nuestros corazones.
Somos dos esclavos de nosotros mismos.
Tu, siervo de tus pensamientos,
yo, encadenado a mi historia,
qué raro entresijo de la vida nos ha juntado?
Y a veces aún sueño que ocurren milagros
y me imagino acariciando tus cabellos,
o esas orejitas: grandes, raras, lindas, que a lo mejor sólo a mi me gustan,
mientras siento tus dedos en mi espalda.
Pero tu distancia y frialdad me traen de regreso,
de regreso a la tierra inerte de donde provengo,
a mi casa pequeña, a mi rutina pobre,
y a esta soledad que se ha vuelto mi única compañera.
Te dí mucho, si, mucho y rápido,
mis sueños, mis prejuicios, mi espacio,
todo fue tuyo, todo fue puesto a tus pies.
Sin embargo no fue suficiente.
No pudo saciar tu sed mi pobre fuente.
Otras aguas añoras aún
mientras la mía se desborda en tu presencia,
y brota, brota, brota...
Me niego a pensar que todo haya termiando
aún guardo el cuaderno donde escribía todo lo nuestro,
donde guardé las entradas del teatro,
la factura de aquel restaurante,
la piedra que junto al mar recogimos,
o la foto en la arena a contraluz.
A pesar de eso quiero que halles alguien que vuelva tu sonrisa eterna,
que al fin sacie tu sed,
que cumpla tus sueños rotos.
Alguien que te de lo que yo no supe darte
o lo que no supiste encontrar en tú en mi.
Y asi, cuando a mi lado pases,
de la mano de otro amor,
yo veré tu sonrisa... y sonreiré,
lloraré.
Y volveré a mi música, mi tinto y mis poemas.
miércoles, 21 de diciembre de 2011
18 de diciembre...
Esta entrada debió ser el pasado 18. O así al menos la tenía pensada yo... pero ese día estaba en otro modo y los días subisguientes también. Parece que efectivamente mis entradas en este blog están condenadas a hacer gala al nombre del mismo, "deja vu´s" de mi peregrinar por esta tierra.
El 18 de diciembre se cumplió un año de que abandonara la congregación salesiana. Siempre recordaré esa fecha, siempre. Me habían prometido un bizcocho para ese día, pero no llegó y hasta ahora el día ha pasado sin penas ni glorias.
Qué ha pasado por mi cabeza en esta fecha?
La muerte de una vocación y el nacimiento de otra.
Cada vez veo como más imposible el que la vida religiosa y yo nos crucemos en el camino nuevamente. Sin embargo el ser sacerdote, en cierto modo, no sale de mi cabeza. Pero no me refiero a un sacerdocio ministerial tradicional. Ese ha quedado para mi vedado, al menos por el momento. El sacerdote es un hombre de Dios que funciona como conector, como camino entre Dios y el hombre. Y eso, eso precisamente es lo que quiero ser en el mundo hoy.
Cada vez me asombro más de la imagen de Dios que damos como Iglesia (si, me incluyo, aun me siento parte de ese grupo de gente que sigue a Jesús de Nazaret). Un Dios inhumano, desfigurado, divisor, juez, lejano, todo poderoso y no todo misericordioso. Un Dios en el que me niego a creer y una creencia que lejos de parecerme liberadora se me va pareciendo cada vez más a un sistema represivo como otros de los cuales la humanidad ha tenido que sacudirse.
Yo creo en un Dios diferente. Un Dios todo amor, un Dios que une y nunca divide, que acoge y nunca rechaza, que nos respeta y nunca nos obliga, un Dios Padre y no juez. Un Dios al que no le importan si eres rico o pobre, si tienes poder o no, si eres gay o hetero, si crees en Él o no, si eres de esta religión u otra, un Dios que cree en la ciencia, Un Dios y nada más.
Y me propongo ser, en el mundo, sacerdote de ese Dios. Signo y portador del amor de Dios en el mundo, especialmente a los más necesitados (Cf. Art. 2 Constituciones Sociedad de San Francisco de Sales). Si, quiero estar para los más necesitados del amor de Dios hoy, esos, de los cuales hasta la Iglesia se ha olvidado, porque su falsa moral o su estrechez de mente los ha dejado fuera.
Y ser para ellos camino sobre el que caminen hacia Dios. A lo largo de los siglos hemos dicho tantas cosas locas de Dios, tantas que hemos vuelto locos a sus seguidores. Dios es simple, es sencillo, es .. Dios, y eso basta. No hay que complicarse mucho para explicarle, tampoco le podemos entender demasiado, Dios es misterio. Quiero anunciar con mi vida al Dios - misterio enamorado.
Y eso, eso nadie podrá negármelo. Impedírmelo. Censurármelo.
Ciertamente que he renunciado a elevar sobre el altar el sacrificio de la eucaristía. Pero ahora me dispongo a elevar ante Dios el sacrificio de mi trabajo, de mis estudios, de mis amigos, de la gente que sufre y de todos los que con la luz de la razón puedan ser iluminados. Mis ofrendas serán sueños realizados, esperanzas restauradas, estrellas encontradas, sonrisas provocadas, lágrimas secadas.
Y así vuelve a tener sentido en mi vida el texto de Jeremías de mi profesión religiosa:
" Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.Yo dije: «¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.»Y me dijo Yahveh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás.No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.Entonces alargó Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para poder y derrocar, para reconstruir y plantar."
Ser fiel a todo lo prometido ese día, aunque en una dimensión diferente es crucial para mi. Ser fiel a lo que creo y lo que vivo es una necesidad.
Ser para los demás, amar, entregarme, darme... es lo que quiero. Ser fértil para Dios y para los demás. Es mi proyecto hoy.
El 18 de diciembre se cumplió un año de que abandonara la congregación salesiana. Siempre recordaré esa fecha, siempre. Me habían prometido un bizcocho para ese día, pero no llegó y hasta ahora el día ha pasado sin penas ni glorias.
Qué ha pasado por mi cabeza en esta fecha?
La muerte de una vocación y el nacimiento de otra.
Cada vez veo como más imposible el que la vida religiosa y yo nos crucemos en el camino nuevamente. Sin embargo el ser sacerdote, en cierto modo, no sale de mi cabeza. Pero no me refiero a un sacerdocio ministerial tradicional. Ese ha quedado para mi vedado, al menos por el momento. El sacerdote es un hombre de Dios que funciona como conector, como camino entre Dios y el hombre. Y eso, eso precisamente es lo que quiero ser en el mundo hoy.
Cada vez me asombro más de la imagen de Dios que damos como Iglesia (si, me incluyo, aun me siento parte de ese grupo de gente que sigue a Jesús de Nazaret). Un Dios inhumano, desfigurado, divisor, juez, lejano, todo poderoso y no todo misericordioso. Un Dios en el que me niego a creer y una creencia que lejos de parecerme liberadora se me va pareciendo cada vez más a un sistema represivo como otros de los cuales la humanidad ha tenido que sacudirse.
Yo creo en un Dios diferente. Un Dios todo amor, un Dios que une y nunca divide, que acoge y nunca rechaza, que nos respeta y nunca nos obliga, un Dios Padre y no juez. Un Dios al que no le importan si eres rico o pobre, si tienes poder o no, si eres gay o hetero, si crees en Él o no, si eres de esta religión u otra, un Dios que cree en la ciencia, Un Dios y nada más.
Y me propongo ser, en el mundo, sacerdote de ese Dios. Signo y portador del amor de Dios en el mundo, especialmente a los más necesitados (Cf. Art. 2 Constituciones Sociedad de San Francisco de Sales). Si, quiero estar para los más necesitados del amor de Dios hoy, esos, de los cuales hasta la Iglesia se ha olvidado, porque su falsa moral o su estrechez de mente los ha dejado fuera.
Y ser para ellos camino sobre el que caminen hacia Dios. A lo largo de los siglos hemos dicho tantas cosas locas de Dios, tantas que hemos vuelto locos a sus seguidores. Dios es simple, es sencillo, es .. Dios, y eso basta. No hay que complicarse mucho para explicarle, tampoco le podemos entender demasiado, Dios es misterio. Quiero anunciar con mi vida al Dios - misterio enamorado.
Y eso, eso nadie podrá negármelo. Impedírmelo. Censurármelo.
Ciertamente que he renunciado a elevar sobre el altar el sacrificio de la eucaristía. Pero ahora me dispongo a elevar ante Dios el sacrificio de mi trabajo, de mis estudios, de mis amigos, de la gente que sufre y de todos los que con la luz de la razón puedan ser iluminados. Mis ofrendas serán sueños realizados, esperanzas restauradas, estrellas encontradas, sonrisas provocadas, lágrimas secadas.
Y así vuelve a tener sentido en mi vida el texto de Jeremías de mi profesión religiosa:
" Entonces me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.Yo dije: «¡Ah, Señor Yahveh! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.»Y me dijo Yahveh: No digas: «Soy un muchacho», pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás.No les tengas miedo, que contigo estoy yo para salvarte - oráculo de Yahveh -.Entonces alargó Yahveh su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahveh: Mira que he puesto mis palabras en tu boca. Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para poder y derrocar, para reconstruir y plantar."
Ser fiel a todo lo prometido ese día, aunque en una dimensión diferente es crucial para mi. Ser fiel a lo que creo y lo que vivo es una necesidad.
Ser para los demás, amar, entregarme, darme... es lo que quiero. Ser fértil para Dios y para los demás. Es mi proyecto hoy.
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