sábado, 21 de enero de 2012

El ser humano y el concho

Ya alguna vez he hablado de mis experiencias en las calles de este país que poco a poco se ha ido metiendo en mis venas y al que día a día voy sintiendo más como mío. En las mañanas es cuando mejor se cogen los conchos, porque todos vamos "nuevecitos" al trabajo, nadie lleva stress, o calor, o cansancio..... si bien debo reconocer que ciertas emisoras que a veces escuho en estos únicos y típicos medios de transporte dominicanos me suben los ánimos, quizás más de lo que deseara para estas horas del día.

Resulta que es también en estos lugares donde he interactuado últimamente un poco más con el pueblo dominicano "de a pie" .... y me ha enriquecido mucho. Esta semana fui a tomar uno, sabiendo que me arriesgaba a meterme en un problema, pues sólo llevaba un billete de  $500, sin embargo, la hora no me permitía ir al cajero más cercano. 

Después de haber dejado ir dos conchos porque no tenían cambio, el tercero luego decirme que no tenía, piensa un instante y me pide que me monte. Yo pensé que a lo mejor más adelante en el trayecto podría encontrar el cambio necesario. Sin embargo llegamos a mi destino y yo super apenado sin saber qué hacer y el chofer con toda naturalidad me dice: "tranquilo, nunca pensé cobrarle". Le agradecí soprendido de mil maneras y me desmonté. De camino pensé mucho... Cuánta gente buena queda en la calle! Cuánto queda de esa sana hospitalidad y bondad del pueblo dominicano...

Preguntas controvertidas venían y siguen viniendo a mi mente:

Un cubano "botero" hubiera hecho algo parecido por mi?

Por qué los curas domincanos con que viví no me mostraron para nada esta Dominicana?

Hay preguntas para las que este ser no encontrará respuestas. Pero hay cosas que si puedo hacer mientras. Es sabido que confío en el ser humano con los ojos cerrados, ahora además voy cada vez mas fuertemente confiando en el hombre dominicano, que he aprendido a fuerza de acciones como esta,  a amar y admirar. Creo en este pueblo, creo en sus luchas,... estoy listo para hacerme uno de ellos. Hasta me he propuesto bastante en serio la ciudadanía como opción libre y no sólo como medio para costear mejor mis estudios universitarios. Aunque soy un ciudadano del mundo por convicción así como profunda y totalmente cubano, me sentiría orgulloso de ser dominicano!


2 comentarios:

  1. Es maravilloso comprobar cómo la buena fe y el instinto social existen y aparecen cuando ya no se esperan. Sin la existencia de base de este tipo de comportamientos la Humanidad no hubiera sobrevivido en su lucha contra sí misma. Me pareció una historia enternecedora. Con ciudadanos así se debe sentir bien orgullosa cualquier nación. Un fuerte abrazo para ti y para todos los domicanos.

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  2. Gracias Roberto! Estoy convencido de que cosas como esta suceden constantemtne a nuestro alrededor, sólo que a veces hay que andar por el mundo con mirada de águila para ver estas realidades.Hay que contemplar en mundo, para comprenderlo. Y confiar, confiar en el ser humano!

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