domingo, 1 de mayo de 2011

Signos de resurrección...

Una de las pocas ventajas que tiene el no tener auto propio y servirse obligatoriamente del servicio de transportación pública es que uno tiene la oportunidad de interactuar con una gran variedad de personas de distinto nivel social, cultural, intelectual y con diversidad de criterios. Aunque esto a veces puede llegar  a convertirse en un martirio, de vez en cuando se convierte en una lluvia fresca para nuestro interior. En estos días cercanos a la resurrección, en que lamentablemente he tenido que escuchar muchas veces sermones y leer reflexiones que sólo se quejan de una situación que muchas veces ni comprendemos en su totalidad, quisiera compartir mi experiencia de la resurrección en esta pascua. 

Ayer de camino a la universidad tomé mi acostumbrado "concho" sin ninguna expectativa especial, incluso escuchaba música con mis audífonos. Con la parsimonia de siempre al montarme dije los consabidos buenos días, y cuál no sería mi sorpresa al descubrir que el chofer, amablemente me devolvió el saludo. Atento al detalle me retiré los audífonos y decidí disfrutar del viaje en toda su extensión. En el camino varios pasajeros se bajaron y subieron del auto y con todos tuvo el chofer la misma amabilidad y cortesía, llenándolos de buenos deseos y sonrisas, aunque estos ignoraran su delicadeza y particularidad. Al final del viaje me bajé, di el gracias mejor sentido desde hacía unos cuántos días y unas palabritas de aliento al maravilloso chofer que me había hecho experiementar uno de los mejores viajes en concho de mi vida. 

En medio de tantas noticias negativas, en medio de tanto pesimismo que nos rodea, siempre hay la oportunidad para que crezca el bien, sólo basta querer. Si bien este chofer puede ser una perla en el pantano, sigue siendo una perla, un rayo de esperanza, una razón más para, como Dios, apostar una vez más por el ser humano cada mañana. Esta ha sido mi reflexión - moraleja de esta Pascua. Apostemos por el hombre como Dios la ha hecho al morir por él. No nos cansemos tan pronto.

1 comentario:

  1. Entiendo totalmente tu sorpresa. El otro dia Andres y yo nos parqueamos frente a una casa y ya estaba preparada para q alguien de la casa saliera a quejarse. Sin embargo, casi me caigo del shock cuando lo oi decir (parafraseado): "Despreocupense, que si veo a alguien que no sea ustedes acercandose a su carro, armo un escandalo."

    :)

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