The way I used to be... |
Es en la práctica alguien que quisiera ser y no soy. Alguien que con su omnipresencia obnubila mi razón. Construido por los deseos de mis familiares, mis amigos, conocidos, los personajes de mis libros y mis propios sueños enfrenta su perfección contra mi indigencia y constantemente destruye la frágil coraza de mi armadura.
Y llega entonces ese sentimiento de insuficiencia que me pone gris. De no ser lo suficientemente bueno, o de ser indigno de merecer todo lo que a mi alrededor sucede. Mi pobre autoestima va una vez más al gélido suelo y de allí respira débilmente. No conozco nada parecido y no se lo recomendaría ni a mi peor enemigo. Ha sido la causa eficiente de más del 90 por ciento del sufrimiento de esta vida. Es por eso quizás que a pesar de una personalidad abierta y divertida secretamente tengo bien guardada mi interioridad en un cofre de siete llaves, pues esta se manifiesta como la pulpa de un diente: maravillosa pero muy frágil, casi intocable.
Y cuando mi coraza cae estoy al descubierto y se muestra el Luis pobre y miserable que soy, siento frío y lloro....
Pienso que realmente necesito una oleada de cosas buenas en mi vida ahora mismo. Hace falta urgentemente que se cumplan unos cuántos sueños o que pueda mirar hacia atrás y sentirme feliz y satisfecho con lo que hecho... (no lo estoy sobre los últimos tiempos). Lo necesito imperiosamente si quiero seguir respirando. Siento que he vivido no se qué vida que no es la mía.... y la quiero de regreso, aunque no se cómo hacerlo.
Y Tú.... Tú dónde estás ahora mismo?.... Fiat.